San Ildefonso

Persona | Fecha: 607 NE -> 667 NE | Revisado: 20/11/2015

Ildefonso de Toledo nació como cabía esperar en Toledo en el año 607 NE, durante el reinado del rey visigodo Witerico.

Se dice que siendo aún muy niño, ingresó en el Monasterio de Agali, en los arrabales de Toledo, contra la voluntad de sus padres. Tiempo después funda un convento de religiosas en el monasterio, dotándolo con los bienes que hereda.

En el 632 fue ordenado de diácono por el obispo de Toledo, Eladio. Se cree que sobre el 650 es elegido abad del monasterio.

Sería en el año 665 donde crecería su fama a partir de un supuesto milagro.

La noche del 18 de diciembre Ildefonso fue a la iglesia junto con sus clérigos y algunos otros para cantar himnos en honor a la Virgen María. Encontraron la capilla brillando con una luz tan deslumbrante, que sintieron temor. Todos huyeron excepto Ildefonso y sus dos diáconos. Estos entraron y se acercaron al altar. Ante ellos se encontraba la Virgen María, sentada en la silla del obispo, rodeada por una compañía de vírgenes entonando cantos celestiales.

María hizo una seña con la cabeza para que se acercara. Habiendo obedecido, ella fijó sus ojos sobre él y dijo: "Tu eres mi capellán y fiel notario. Recibe esta casulla la cual mi Hijo te envía de su tesorería." Habiendo dicho esto, la Virgen misma lo invistió, dándole las instrucciones de usarla solamente en los días festivos designados en su honor.

Esta aparición y la casulla fueron "pruebas tan claras", que el concilio de Toledo ordenó un día de fiesta especial para perpetuar su memoria. El evento aparece documentado en el Acta Sanctorum como "El Descendimiento de la Santísima Virgen y de su Aparición".

La importancia que adquiere este hecho milagroso es tal, que los árabes, durante la dominación musulmana, al convertirse la Basílica cristiana en Mezquita respetaron escrupulosamente este lugar y la piedra allí situada por tratarse de un espacio sagrado relacionado con la Virgen María a quien se venera en el Corán. Esta circunstancia permite afirmar que el milagro era conocido antes de la invasión musulmana, y que no se trata de una de mitos religiosos que brotaron de la fantasía popular en la Edad Media.

Volviendo a la vida de Ildefonso, hay que situarse en el año 657, cuando muere el entonces Obispo de Toledo Eugenio III, por lo que Ildefonso le sucede, según parece, obligado por el ahora rey visigodo (desde el 653) Recesvinto a ocupar la vacante.

Murió el 667, siendo sepultado en la iglesia de Santa Leocadia de Toledo, y posteriormente trasladado a Zamora.

El Greco: San Ildefonso (1603)
El Greco: San Ildefonso (1603)

En la catedral de Toledo los peregrinos pueden aún venerar la piedra en que "la Virgen Santísima puso sus pies cuando se le apareció a San Ildefonso".



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