El Tigre de Tasmania
El tigre (o lobo) de Tasmania fue un carnívoro de la familia de los marsupiales, en concreto del género Thylacinus, del que se conservan restos desde la época del Mioceno en Australia y Nueva Guinea.
Esta especie ya estaba extinta desde el inicio de la actual época del Holoceno, salvo el tigre de Tasmania, que sobrevivió en la isla de Tasmania junto a otras especies endémicas como el demonio de Tasmania.
Tenía un aspecto parecido al resultado de fundir un gran felino con un perro, salvo que la hembra tenía un marsupio con cuatro mamas, y los machos un bolsillo escrotal, característica única entre los marsupiales australianos.
El 2 de Diciembre de 1642, los colonos europeos hallaron, por primera vez, huellas de un animal salvaje con garras similares a las de un tigre.
El 13 de mayo del 1792, exploradores franceses confirman la presencia del tilacinus en la zona.
Pero no fue hasta 1805 cuando William Paterson, teniente gobernador de Tasmania, envió una descripción detallada del animal al Sydney Gazette y al New South Wales Advertiser. Se trataba desde luego de un animal muy esquivo y difícil de ver.
La caza intensiva (se les culpaba de atacar al ganado y de transmitir enfermedades, por lo que se recompensaba por matarlos), la introducción de los perros en la isla, la extinción de otras especies que a su vez eran presas del tigre de Tasmania, y en definitiva la ocupación de su entorno por los humanos, provocó un descenso drástico de su población.
En 1928, el comité de consejo de la fauna nativa de Tasmania recomendó proteger a todos los tilacinos que quedaban. A finales de los años 20 el tigre de Tasmania ya era extremadamente raro de ver en estado salvaje.
El último ejemplar salvaje conocido fue abatido en 1930 por un granjero.
En 1933 el último tigre de Tasmania en cautiverio, conocido como Benjamin, fue enviado al zoológico de Hobart, donde vivió tres años hasta su muerte el 7 de septiembre de 1936.
En 1986, 50 años después de la muerte del último ejemplar conocido, y de acuerdo con los protocolos internacionales, la especie fue declarada oficialmente extinta.
Sin embargo, la CITES (Comercio internacional de especies) es más cauta, y la considera "posiblemente extinta". Existen diversos testimonios que afirman haberlo visto, junto con algunas filmaciones interpretables como posibles ejemplares en libertad.
Por otro lado babe destacar el anuncio en 2002 por el profesor Michael Archer, director del Museo de Australia, de la intención de clonar esta especie a partir de muestras de ADN en unos 10 años, aunque finalmente el proyecto quedó suspendido indefinidamente por el gobierno australiano.
Archivos
- Tigre de Tasmania. Zoo de Washington, 1904 (1)
- Tigre de Tasmania (2)
- Tigres de Tasmania en cautividad (3)