La pisada del Diablo (El Escorial)
En el camino que sube hacia el monumento llamado La Silla de Felipe II, unos mil metros antes de llegar se encuentra un mirador llamado "La pisada del Diablo", donde se puede apreciar un pequeño socavón o cráter en el suelo de granito. Está dentro de los límites de la finca de "Los Hermitaños".
Se dice que ya desde el sigo XVI el Diablo recelaba de aquel lugar (bosque de la Herrería) donde había multitud de Ermitas. La leyenda de esta peculiar cicatriz en la roca cuenta que una muchacha llamada Martiña, devota de la Virgen María, se encontró el Diablo disfrazado de peregrino. El hombre intentó persuadir a la muchacha para que renegara de la Virgen. Ante la negativa de ésta el Diablo mostró su verdadera forma, y enfurecido saltó sobre la piedra provocando una fuerte explosión que formó la huella en la roca, antes de precipitarse al abismo.