Jacques Cousteau y las voces del infierno

Revisado: 26/12/2015

Existe una leyenda sobre el conocido oceanógrafo Jacques Cousteau, fallecido en el año 1997, que dice que la verdadera razón de que dejase de bucear en la década de los 90 fue que supuestamente escuchó "voces de personas gritando de dolor" en algunas cavernas en las que había buceado.

Jacques Cousteau
Jacques Cousteau

Algunas versiones de este relato mencionan como posible ubicación al famoso Triángulo de la Bermudas. Descendió con cámaras y micrófonos hasta una profundidad elevada, y fué ahí donde escuchó las voces. En ocasiones se dice que también su tripulación pudo oirlas, hasta el punto de llegar a desmayarse del terror. Interpretaron estos gritos como voces del infierno.

Este rumor nunca ha ido acompañado de ninguna publicación o testigo fiable que sostenga que Cousteau o alguien de su tripulación viviese esta experiencia, ni que este supuesto incidente fuera determinante para que abandonase el submarinismo.

El que Cousteau dejase el buceo más bien pudo deberse, además de por la edad de 80 años del oceanógrafo, a una serie de desgracias tales como la muerte de cáncer de su esposa Simone Cousteau en 1990, su distanciamiento con su hijo mayor por volver a casarse en 1991 (hasta el punto de demandarlo en 1996 por tratar de abrir un centro de vacaciones llamado "Cousteau", en las Islas Fiji) o el hundimiento del Calypso, su famoso buque de investigación, al ser embestido por una barcaza en el año 96.

Un año después, el 25 de junio de 1997 murió de un ataque al corazón en París, a la edad de 87 años.

Por último, reseñar una variante de esta leyenda urbana en la que se cuenta que Cousteau vio algo en una inmersión en el Lago Tahoe en los años 70, tan impactante que habría decidido no revelarlo por que la humanidad no estaría preparada para conocerlo.



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