Well to Hell: el pozo del infierno
En el año 1989 la TBN (Trinity Broadcasting Network), una cadena de televisión cristiana americana, informó de la existencia de una perforación en el Óblast de Murmansk (sujeto o zona federal de Rusia), que podría haber llegado hasta el mismísimo infierno.
Según se explicaba, un grupo de geólogos rusos, dirigidos por el Doctor Azzacov, habían perforado un agujero de 14,4 km de profundidad antes de encontrarse con una gran cavidad, en la que detectaron temperaturas de hasta 1100º Celsius. El doctor llegaría a afirmar que esto demostraba que la tierra debía de estar hueca. Intrigados por el extraño descubrimiento, decidieron bajar unos micrófonos muy resistentes al calor hasta la caverna. Los aparatos solo pudieron transmitir unos cuantos segundos antes de derretirse.
En la supuesta grabación se podía escuchar un ruido que en un principio interpretaron como temblores geológicos debidos a la perforación, pero tras una serie de filtros y análisis, se oía un grupo de voces gritando de dolor. Esto, sumado a las altísimas temperaturas, los llevaron a interpretar que quizá, con aquella perforación tan profunda, habían llegado al infierno, y que se podían escuchar voces humanas chillando entre las llamas. Aquí se forja la leyenda urbana de "El Pozo al Infierno".
La historia explicaba además que las autoridades rusas habían tratado de llevar este descubrimiento en secreto, pero la noticia se había filtrado la prensa, por lo que la única solución que les quedaba era negar los hechos. Y es que si algo le faltaba, era una conspiración.
Esta noticia levantó un verdadero revuelo mediático y religioso, por lo que empezó a investigarse. Se supo que la TBN se basó en la traducción de un artículo de un medio finlandés llamado Ammennusatia, facilitada por R. W. Schambachun, un evangelista de Texas.
No se tardó en saber que Ammennusatia no era una publicación científica si no un boletín mensual de un grupo de cristianos finlandeses. La perforación de la que hablaba se escribió recordando un artículo de un diario finlandés llamado Etela Soumen. El personal del diario, a su vez confirmó que esa historia se publicó en una sección de cartas de lectores, donde podían enviar para publicar casi cualquier cosa. Se siguió tirando del hilo hasta encontrar a la persona autora de aquella historia, la cual confirmó que se basó en otro boletín de noticias cristiana llamada Vaeltajat, publicado por un grupo de misioneros finlandeses en julio de 1989. El último paso llevó al origen de la noticia, otro boletín informativo llamado Joyas de Jericó, publicado por un grupo de cristianos judíos en California, del que no se pudo averiguar nada. Sea como fuere, el origen de tal leyenda estaba en USA.
Lo cierto es que no hay documentación de que esta otra perforación se haya realizado nunca por parte de los rusos, ni se ha encontrado rastro alguno del tal Doctor Azzacov. Además, las grabaciones que se atribuyen a este supuesto descubrimiento, las cuales fueron digitalizadas a partir de cintas de cassette (copias de copias), se identificaron finalmente como partes del audio de una película de 1972 llamada Baron Blood.
Es interesante la historia de Åge Rendalen, un profesor de Noruega que, tras haber escuchado esta historia durante una visita a los Estados Unidos decidió exagerarla para ridiculizar a la TBN y "a todos los crédulos que daban veracidad a la historia" sin haberla investigado. Escribió una carta al canal de radio, afirmando que:
...al principio no había creído la historia, pero al volver a Noruega pude leer un informe verídico de la misma, que no sólo afirmaba que el pozo de los condenados era real, sino que un ser con alas de murciélago había surgido volando de su interior, tras un chorro de humo luminoso, y gritando: "¡He vencido!".
En la carta incluyó sus datos y los de un pastor luterano amigo suyo que conocía el fraude y aceptó seguir la corriente y corroborar la historia si alguien investigaba. No hizo falta, ya que el canal TBN no se molestó en verificar nada, y emitió la historia del ser con alas de murciélago como otra prueba. Posteriormente, Rendalen publicó una declaración oficial sobre la creación del fraude en la que afirmaba que la historia no es más que una leyenda urbana cristiana.
A pesar de que parece más que probado que todo es una ficción, la leyenda urbana siguió extendiéndose y fueron apareciendo variantes. Por ejemplo, en 1992 el medio estadounidense Weekly World News publicó una versión alternativa de la historia, explicando que:
...el pozo se encuentra realmente en Alaska, donde murieron 13 mineros cuando Satanás salió rugiendo desde el infierno.
Lo único que consiguió entonces aquella historia fue que muchas personas atemorizadas reactivaran su fe cristiana.
Descata finalmente que, casualidad o no, en ese mismo Óblast los rusos excavaron el famoso pozo superprofundo de Kola algunos años atrás, y es muy probable que la leyenda de "El pozo al infierno" se basara en esta perforación científica real. También es habitual, sobre todo en Internet, encontrar artículos en los que aparecen erróneamente fotografías de la mina rusa a cielo abierto de Mir.