El hermano gemelo de Jesús
Algunos investigadores, alejados de la ortodoxia, afirman que Jesús pudo tener uno o varios hermanos, que Juan el Bautista pudo ser su hermano, o uno de ellos, y que incuso pudo tener un hermano gemelo.
Según una antigua tradición considerada apócrifa:
Hubo dos Jesucristos diferentes, los cuales eran gemelos, pero no de sangre. Uno de ellos es el Jesús, descendiente de Salomón, hijo de María y José, quien fue crucificado y ascendió al cielo. Otro es el gemelo, que descendía del profeta Natán y cuyos padres, también se llamaban María y José.
Éste último era una criatura hecha de luz, poseedora de verdades situadas por encima del mundo y las realidades terrenales. El nacimiento de ambos coincidió y también el momento en que sus respectivas familias los llevaron a presentar al templo. En ese instante se fundieron en uno solo, un ser trascendente dotado de poderes sobrenaturales.
Para argumentarlo, se hace referencia a la genealogía de Mateo (que indica que Jesús provenía de la casa de David, a través del rey Salomón) y la genealogía de Lucas (quien describe un linaje místico a través del sacerdote Natán), ambas curiosamente aceptadas en el Nuevo Testamento.
También intentan escudarse en la costumbre de algunos pintores importantes de representar en sus obras a dos niños Jesús, aunque en realidad el segundo niño suele ser Juan el Bautista.
Por otra parte, hay quienes dicen que:
El otro Jesús, a quien se ha considerado una reencarnación de Buda, predicó su doctrina en la india, donde murió y, finalmente, fue sepultado en Cachemira.
La teoría del hermano gemelo tiene otra vertiente: son muchos los que creen que el apóstol San Tomás era realmente el hermano gemelo de Jesús. Para tratar de hacer sostenible una afirmación así, se argumenta:
- Judas Tomás es llamado en varias ocasiones "el mellizo", aunque nunca se aclara con respecto a quién. A diferencia de los gemelos, los mellizos no son idénticos.
- Según el gnosticismo, el apóstol San Tomás era físicamente idéntico a Jesús.
- Curiosamente, Tomás significa "gemelo" en arameo. Además, Dídimo, su nombre griego, significa lo mismo.
Esta idea ha dado alas a quienes cuestionan la resurrección de Jesús, argumentando que quizá quién apareció a los tres días de la crucifixión fue Tomás y no Jesús resucitado.