El misterioso brillo de la estrella KIC 5520878
La estrella 5520278 se ha hecho famosa desde que fuera grabada recientemente por el telescopio Kepler de la NASA. En concreto llamó la atención el brillo o pulso de la estrella (el "parpadeo" de su luz). Cuando los científicos analizaron este pulso, descubrieron que era demasiado regular.
Al final acabaron determinando que la luz de la estrella aumenta y disminuye en ciclos exactos de unas seis horas terrestres, y de manera constante. Es decir, el brillo aumenta al instante, y aguanta 6 horas para disminuir otra vez al instante, lo cual, en principio, no podría atribuirse a algo natural.
El pulso o "parpadeo" del brillo de las estrellas suele seguir unos patrones (fijos o variables) que los científicos han sabido interpretar para calcular las enormes distancias cósmicas de las estrellas, pero en el caso de la KIC 5520278, su extraño y de momento único pulso es un completo misterio.
En el verano de 2014, John Learned, un físico de la Universidad de Hawai (Manoa) experto en neutrinos, supo de esta rareza gracias a su colega William Ditto, y no tardó en atribuir este fenómeno a una teoría según la cual:
...podría haber alguna civilizacion extraterrestre capaz de modular el brillo de las estrellas mediante rayos de neutrinos.
De esta forma podrían estar enviando mensajes de forma omnidireccional por todo el universo, por ejemplo en código binario (más o menos brillo para unos o ceros). Este científico ya había estado buscano patrones más complejos, como por ejemplo pulsos basados en número primos, sin éxito.
En cualquier caso, la mayoría de científicos abogan por la prudencia, ya que el hecho de que no haya un precedente tan extraño, no implica que el fenómeno se deba a una manipulación inteligente del pulso. No dicen que sea imposible, aunque ciertamente resulta bastante improbable.